3.11.08

Elecciones en Estados Unidos

Como ya casi todo el mundo sabe, mañana 4 de noviembre ,los estadounidenses mayores de 18 años que se hayan registrado previamente, elegirán a su próximo presidente. Esto último es una forma de decir, ya que de acuerdo al sistema electoral en vigencia en Estados Unidos, lo que los ciudadanos votan son electores, y por cómo está organizado todo, puede no sólo darse el caso de un candidato con menos votos que su competidor gane finalmente la elección, sino que millones de votos ni siquiera sean tenidos en cuenta. ¿Cómo es esto? Trataré de explicarlo brevemente, y al final les dejo un video donde está todo explicado de manera simple y muy claramente, pero en inglés.

Cada cuatro años, el primer martes luego del primer lunes de noviembre se realizan la elecciones para elegir presidente y vice presidente en los Estados Unidos. Más que una elección nacional y unificada, el Election Day es una suma de elecciones estatales, cada una con sus propias reglas.

Unos meses antes, en las internas de los partidos políticos, los votantes eligen delegados que en una convención nacional del partido nominan a su candidato presidencial. Luego el candidato nominado, con una aprobación tácita de su partido, elije a su compañero de fórmula.

Para votar en los Estados Unidos, donde el voto no es obligatorio, en necesario estar registrado para hacerlo. Es decir que si uno se olvida de registrarse unos días antes, y el día de la elección quiere ir a votar, por más Social Security ID, Driver License, o identificación de cualquier tipo que presente, no lo van a dejar. Así, no todos los estadounidenses mayores de 18 años pueden registrarse para votar. Por ejemplo, hay estados en los que las personas que hayan cometido algún tipo de delito, hayan o no cumplido su condena, no pueden siquiera registrarse. De esta manera en la última elección unas 600.000 personas sólo en el estado de Florida, no pudieron hacerlo... Además, en la mayoría de los Estados el día de la elección no es feriado, sino que es un día laboral común y corriente, y las empresas no tienen la obligación de dejar ir a votar a sus empleados, lo que, sumado a dificultades para trasladarse a los lugares de votación (recordemos que el sistema de transporte publico en la mayoría de los Estados Unidos deja bastante que desear), a veces alejados, hacen que ir a votar sea lo más parecido a un trámite molesto. O sea, los que van a votar es porque tienen muchas ganas y tiempo de hacerlo.

Volvamos al sistema electoral. El día de la elección, los votantes registrados que puedan acercarse a los lugares de votación sin ningún problema y no registren inconvenientes a la hora de corroborar su nombre con las listas estatales de registrados, eligen en una boleta a veces medio confusa, a los candidatos a presidente y vicepresidente que más le gustan (tendrán sus rezones). Pero lo que en realidad está haciendo el votante es darle un voto en ese Estado al partido que lo representa. En Estados Unidos el presidente no se elige por el voto popular y total de los ciudadanos, sino que lo eligen electores enviados por cada Estado. Paso a explicarlo.

Luego de que la gente haya votado, cada Estado hace su respectivo recuento de votos. El candidato/partido que más votos haya sacado (mayoría simple) es el que gana el Estado. Este sistema llamado Winner takes all (El ganador se lleva todo) es el elegido por 48 de los 50 Estados de la Unión y significa que quien saque la mayor cantidad de votos es el candidato que todos los electores de ese Estado van a apoyar.

Pero, como los Estados son muy diferentes entre sí, en cuando a población y tamaño, no les resultaba justo que un estado como California (más de 36 millones de habitantes) tenga el mismo peso electoral que un estado como Kansas (menos de 3 millones) o Idaho (1,5 millones). Entonces para lograr una diferenciación y medir qué Estados debían tener más peso, se usó el mismo sistema que se usa para elegir miembros del Congreso. Cada Estado tiene tantos electores como Representantes y Senadores (que es lo mismo que la cantidad de distritos en los que se divide cada Estado basado en su población + los 2 senadores), salvo Washington DC, que al ser un sólo distrito, se le otorga la misma cantidad que el Estado con menos habitantes (3). De esta manera California tiene 55 electores, Texas 34 y Florida 27, y Montana y Alaska, 3, Idaho 4, Utah 5 y Kansas 6. Entonces, más población significa más distritos (más Representantes en el Congreso), más influencia en el Colegio Electoral. Así, cuando un candidato gana un Estado, en realidad lo que está haciendo es sumar todos los electores (votos electorales) de ese Estado a su favor. Con esto me refería cuando decía al principio que el voto de millones no es tenido en cuenta. Por más que en un estado un partido, pongamos de ejemplo el Partido Verde, consiga el 30% de los votos, pero otro partido el 50,1%, el total de los electores de ese Estado son electores del partido de la mayoría. El propio sistema desecha el voto a los partidos minoritarios y lo hace inutil. No importa que el 30% de ese Estado haya votado por un candidato. Para el Colegio Electoral es como si no lo hubieran hecho ya que ese Estado apoya totalmente al candidato vencedor.

El número total de electores que integran el Colegio Electoral, o sea la suma de todos los electores de cada Estado, es 538. Entonces aquel candidato que logre ganar los suficientes Estados para reunir la mayoría de los electores, 270, gana la elección y pasa a ser el Presidente Electo. Luego El Colegio Electoral se reúne y sus miembros votan de manera directa y eligen al Presidente y Vicepresidente de los Estados Unidos. Esto es una mera formalidad ya que los electores de cada partido se supone que son fieles a su candidato, y si así no lo fueran, existen leyes que prohiben votar por otro candidato diferente y/o multas a quien lo hiciere.

Este sistema, así intrincado e injusto, ha sido tratado de modificar varias veces, pero los proyectos que proponían un sistema directo y de voto popular no han logrado pasar la aprobación del Congreso. De esta manera ocurren y ocurrieron curiosidades a lo largo de la historia, como por ejemplo:

-Hay candidatos que como saben que en determinados Estados van a perder por un gran margen, ni siquiera hacen campaña. No visitan las ciudades, ni debaten, ni gastan un centavo en publicidad. Total, ese Estado está perdido y se concentran donde piensan que tienen claras chances de ganar. Por ejemplo en esta última campaña, el candidato republicano John McCain, ni se molestó por intentar convencer a los ciudadanos de Michigan, Washington o New York.

-Puede suceder que el candidato que sea electo Presidente no sea quien haya conseguido la mayoría de los votos. Ocurrió tres veces, la última en las elecciones de 2000: Al Gore obtuvo 50.999.897 votos (el 48,38%) y sumó 266 electores, contra los 271 que consiguió George W. Bush con 50.456.002.

-En las últimas elecciones (2004) sólo votó el 56% de la población habilitada: 122 millones sobre 215 millones.

-No importa que un candidato pierda en todo el centro y medio-este del país (Arizona, Nevada, Utah, Idaho, Montana, Wyoming, Colorado, New Mexico, North Dakota, South Dakota, Kansas, Oklahoma, Iowa y Nebraska) si consigue vencer sólo en los tres Estados del Pacífico (California, Oregon y Washington).

Espero haber sido claro. De todas maneras acá abajo dejo el videito con una explicación simple y clara, en inglés.




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