Spots

Hoy a la mañana, gracias a la Dirección Nacional Electoral, nos desayunamos con dos nuevos spots publicitarios (propagandas) de dos partidos políticos que oh casualidad formaron una impresentable "alianza" para las próximas elecciones. El primero de ellos es para promocionar la candidatura del muñeco de cartón de Ricky Alfonsín. Lo curioso y gracioso del spot radica (je) en que es una cancioncita en ritmo de Ska (mensaje subliminal "Alfonsín es K"?). Suponemos que pretende captar el voto joven... claro, suponiendo también que los jóvenes escuchan Ska... como si estuviéramos en 1989, plena época de hiperinflación de papá Raúl, pero apogeo de Los Fabulosos Cadillacs (¿?)

Pero lo que motivó a que escriba este post, es el segundo spot que mencionaba. En realidad no iba a escribir nada, pero al enterarme que lo habían dado de baja (¡Gracias Sardina!), me dio bronca y me decidí a contarlo para los que no lo pudieron ver. El aviso en cuestión es este (al menos hasta que lo den de baja de nuevo):




Si le dieron clic, se habrán dado cuenta al toque. Y sino acá abajo tienen unas capturas para que lo puedan ver bien.

Pensemos. Es obvio que por más ideología de derecha o fascista del colorado acusado de lavado de dinero y evasión de impuestos, esa esvástica no está ahí por un pedido expreso del candidato nacido en Colombia. Por más que haya gente que simpatice con lo que significa en occidente desde el siglo XX ese símbolo, quiero creer que hay más gente que lo reprueba, y un candidato con tanto aparato de marketing encima no va a arriesgarse. El colorado dueño de medios que viola la ley de Ética en el Ejercicio de la Función Pública (Ley Nº 25188) no es Biondini que anda levantando el brazo ante cuanta cámara de fotos se le ponga enfrente, sino que su discurso fascista está edulcorado para todo público, para la señora que simpatiza con Majul y para el señor que mira cómo la Policía persigue ladrones de gallinas en el norte del GBA en esos programas de "cámaras de vigilancia". Entonces el bogotano socio de Manzano no va a arriesgarse a sacarse la careta de una manera tan evidente.

Es obvio entonces que todo es un truco del director (o productor, decorador, etc) del spot. Una pequeña venganza, suponemos, ¿chiste? el típico "a ver qué onda, si pasa, pasa". Es sabido que eso es algo de lo más normal en el mundo de la publicidad, un juego de los creativos publicitarios, que le venden cualquier fruta a un cliente medio tonto.

Ahora, el tema, y aquí está la cuestión. ¿Suponemos que NADIE del equipo del colorado administrador de La Rural se dio cuenta? ¿Tan incorporado tienen ese símbolo en sus inconscientes para no darse cuenta y verlo como algo normal? ¿Tuvo que haber saltado por Internet (y supongo que se habrá hablado en radio y TV del tema, pero confieso que ni me enteré si así fue) para que lo den de baja?

O tal vez somos todos unos mal pensados y el colorado aliado de @ricalfonsín quiso homenajear a la religión hindú, entre otras...